A los 21…

Hoy cumplo 21 y wow… qué diferente soy desde que entré a la uni.

Cuando tenía 18 llegué a la universidad con ganas de comerme el mundo… pero sin saber ni por dónde empezar.

Hoy tengo 21, y aunque sigo sin tener todas las respuestas, me reconozco diferente. He cambiado.

No por moda, no por presión. Cambiar porque lo necesité, porque aprendí a cuestionar todo, porque la uni me obligó (a veces a la mala) a conocerme, a ponerme incómoda, a crecer.

Ya no me da miedo decir lo que pienso, ya no me trago lo que siento “por llevar la fiesta en paz” y ya no busco encajar donde ya no me queda.

Estudiar comunicación organizacional me hizo entender que todo comunica, hasta el silencio. Que los equipos no se rompen por falta de talento, sino por falta de diálogo y que lo que aprendemos en clase sirve, pero lo que vivimos de verdad afuera es donde se pone interesante.

¿Sabes lo más loco?

Aplicar lo que estudio en mis propias relaciones.

Saber cuándo hablar, cómo decirlo, cuándo quedarme callada, cuándo poner límites y cuándo soltar.

A veces siento que estoy hecha un desastre emocional… pero un desastre que se comunica mejor. Y eso, a mis 21, ya es ganancia.

A veces me preguntan qué quiero hacer cuando termine la carrera y la neta… no tengo una respuesta clara pero…

Sí sé qué tipo de persona no quiero ser:

• No quiero quedarme callada para no incomodar.

• No quiero trabajar en lugares donde la gente finja estar bien.

• No quiero formar parte de equipos donde nadie se escuche de verdad.

Y eso también es tener claridad, ¿no? La universidad no solo me dio teoría y tareas, también me dio espejos. Personas que me confrontaron, que me inspiraron, que me rompieron un poco para que yo aprendiera a reconstruirme. He tenido profes que me hicieron amar lo que estudio y otros que me enseñaron cómo no quiero comunicar jamás y he tenido amigas que se quedaron y otras que se fueron sin decir adiós. Y entre todo eso, me fui quedando yo.

Hoy cumplo 21, y sí: he llorado por trabajos en equipo, he sentido ansiedad en cada semestre nuevo, he dudado mil veces si estoy en el lugar correcto…pero también me he sentido orgullosa como nunca. Porque estoy creciendo a mi ritmo, a mi forma, a mi modo medio caótico pero real.

No sé qué viene después,pero espero sea lo mejor.  BYEEE.

-Ainhou

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